Un nuevo estudio alertó la industria de belleza, en torno al uso de lámparas de uñas que funcionan con luz ultravioleta (UV). Investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), en Argentina, han demostrado que estos dispositivos, pueden generar daño a las células de la piel con potencial cancerígeno, incluso si las exposiciones son breves.
Ante la creciente popularidad de la industria de cuidado de uñas, los expertos llaman a tomar precauciones y conocer los riesgos asociados al uso frecuente de lámparas de uñas, tales como el cáncer de piel.
Así es como las lámparas de uñas afectan la piel
Las lámparas de uñas emiten radiación UV, que penetra en la piel. Según el estudio del CONICET, la exposición a esta luz, incluso en sesiones de pocos minutos, puede causar afectaciones que no se reparan fácilmente y que, con el tiempo, podrían desencadenar enfermedades como el cáncer de piel.
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Además, los investigadores detectaron signos de muerte celular en tejidos expuestos, lo que indica un proceso de deterioro. Aunque podría creerse que el riesgo es mínimo por la corta duración del proceso, el uso constante eleva la exposición a este tipo de radiación.
¿Cómo se produce el cáncer de piel?
El cáncer de piel es provocado cuando las células cutáneas desarrollan alteraciones en su ADN, lo que les permite multiplicarse sin control y formar tumores. La radiación ultravioleta, ya sea natural por el sol o artificial, es una de las principales causas de este daño.
Los expertos señalan que el tipo de radiación emitida por las lámparas de uñas está directamente relacionada con este mecanismo y que puede ser similar al daño molecular que causa estar todo un día al rayo del sol en primavera.
Aunque no todas las personas son propensas a desarrollar cáncer por su uso, pues eso depende de diferentes factores relacionados con los hábitos, quienes tienen piel sensible, antecedentes familiares o utilizan estos dispositivos con frecuencia, deberían considerar medidas preventivas.
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Las conclusiones del estudio confirman que el uso frecuente de lámparas de uñas podría impulsar riesgos como el cáncer de piel. Aunque representan una solución práctica para lograr diseños de uñas duraderos, también exponen a una fuente de radiación que puede provocar daños celulares profundos.
Reducir la frecuencia de su uso y proteger la piel son pasos clave para seguir disfrutando de estos tratamientos sin comprometer la salud a largo plazo.