Bañarse es algo que solemos hacer de una manera relativamente automática, entras al baño, abres las llaves del agua, eliges la temperatura y continuas con tu rutina normal, pero ¿lo estás haciendo bien? Puede que sí tienes caída del cabello tengas que reconsiderar toda tu rutina.
La caída del cabello puede deberse a muchos factores, pero antes de que corras por remedios milagrosos, mejor pon atención a todos los movimientos que realizas mientras te bañas, pues aunque no lo creas hay algunos errores comunes que pueden ser los culpables de todo ese pelo en tu cepillo.
¿Cómo evitar la caída del cabello al bañarte?
No importa si estas utilizando el mejor shampo y acondicionador del mundo para lavar tu cabello, si comentes estos sencillos errores al bañarte podrías estar provocando que se caiga. Y tiene que ver con las veces que lavas la fibra capilar.
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Si bien utilizar los productos adecuados para tu tipo de pelo es indispensable para que luzca sano y hermoso, la frecuencia también es un factor importante, de acuerdo con Belén Acero, farmacéutica experta en dermofarmacia “El pelo hay que lavarlo cuando sea necesario, es decir, cuando notes que empieza a estar sucio” Esto puede ser diario si es graso o incluso cada tercer día si es mucho más seco.
Factores por los que se cae el cabello
- La predisposición genética es un factor importante.
- Largos periodos de estrés pueden desencadenar la caída del cabello.
- Algunos cambios hormonales como el embarazo, la menopausia o el uso de anticonceptivos.
- Una mala nutrición puede debilitar el cabello.
- La caída del cabello es más común con el envejecimiento.
- Enfermedades como la diabetes, el lupus y la tiña.
- Medicamentos y tratamientos médicos
- Factores ambientales como la contaminación o el uso de herramientas de peinado con calor pueden dañar el cabello y contribuir a su caída.
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Como vemos, la caída del cabello se puede deber a una gran cantidad de factores, tanto personales como ambientales e incluso de salud, pero elegir una buena técnica al bañarse puede ayudar a mantenerlo sano y fuerte.