El debate sobre los impuestos a las bebidas azucaradas como estrategia contra la obesidad cobra nueva relevancia en México con la propuesta fiscal 2026, que contempla duplicar el gravamen actual. Sin embargo, investigaciones recientes cuestionan si estas medidas fiscales son suficientes para transformar la salud pública del país.
Los impuestos no bastan para reducir la obesidad
Aunque gravar bebidas y alimentos asociados con el sobrepeso ha demostrado reducir parcialmente su consumo, la evidencia científica revela resultados más complejos. Una investigación publicada por la editorial Dovepress señala que los aumentos de impuestos no generan resultados estadísticamente significativos en la disminución de peso, Índice de Masa Corporal u obesidad cuando se implementan como medida aislada.
El problema radica en la inelasticidad: muchos productos mantienen su nivel de consumo incluso con precios más altos. Según un estudio difundido en ResearchGate y analizado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), el éxito de estas políticas fiscales requiere coordinación intersectorial, educación nutricional efectiva y transparencia en la asignación de los ingresos recaudados. Sin este enfoque multidisciplinario, el impuesto funciona únicamente como mecanismo recaudatorio.
Propuesta 2026: Duplicarán el IEPS a bebidas azucaradas
El proyecto de Ley de Ingresos para 2026 plantea cambios significativos. Las bebidas azucaradas duplicarán su cuota del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), pasando de 1.6451 a 3.0818 pesos por litro. Además, por primera vez se incluirán los edulcorantes dentro del esquema impositivo.
Este ajuste se aproxima al umbral recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de hasta 20% para desalentar el consumo. Sin embargo, la misma OMS enfatiza que este tipo de impuestos debe ir acompañado de políticas complementarias para transformar de manera sostenida los hábitos de salud de la población.
Experiencia mexicana: Resultados mixtos desde 2014
Un informe del Banco Mundial sobre el caso mexicano muestra resultados mixtos. Durante el primer año del impuesto en 2014, las compras cayeron 6%. En el segundo año, la reducción alcanzó 9.7%, con disminuciones más marcadas en hogares de bajos ingresos. Sin embargo, la recaudación por IEPS no petrolero se estabilizó y siguió creciendo, según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Diversos especialistas coinciden en que la obesidad es un fenómeno complejo donde inciden factores genéticos, ambientales, emocionales y sociales. Esta complejidad demanda acciones coordinadas de gobiernos y sociedad en su conjunto, más allá del alza de impuestos. La evidencia internacional muestra que los países con mayor éxito han implementado paquetes integrales de políticas públicas, donde los impuestos son solo una pieza del rompecabezas.
