Si en los últimos días tu mente no ha estado tranquila al punto de sentir que la ansiedad está acabando con tu paz y felicidad, una forma efectiva para encontrar la serenidad es a través de la oración en el nombre de Dios. Por eso, en esta ocasión te compartimos algunos salmos con los que podrás olvidar el miedo y la desesperación para llegar a un estado de calma que te permitirá pensar con claridad.
¿Qué salmo leer cuando tienes ansiedad?
El señor está contigo en la angustia
Al SEÑOR invoqué desde la angustia,
y el SEÑOR me respondió
poniéndome en lugar espacioso.
El SEÑOR está conmigo;
no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
El SEÑOR está conmigo, con los que me ayudan.
Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
Mejor es refugiarse en el SEÑOR que confiar en el hombre.
Mejor es refugiarse en el SEÑOR que confiar en los poderosos.
Salmo 118: 5-9
Te puede interesar: Versículos de la Biblia para maestros en su día
El señor se encargará de recompensarte
Pero tú sí ves los trabajos y la humillación,
y a cada uno le das su recompensa.
En ti busca amparo el desvalido;
¡Eres el refugio de los huérfanos!
Salmo 10:14.

Otros salmos para combatir la ansiedad
Dios llegará a tu socorro
Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra.
No permitirá que resbale tu pie ni se adormecerá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni se dormirá el que guarda a Israel.
El SEÑOR es tu protector;
el SEÑOR es tu sombra a tu mano derecha.
El sol no te herirá de día ni la luna de noche.
El SEÑOR te guardará de todo mal; él guardará tu vida.
El SEÑOR guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.
Salmo 121.
Gracias a Dios por calmar la ansiedad
A ti, que habitas en los cielos, levanto mis ojos.
He aquí, como los ojos de los siervos miran la mano de sus amos,
y como los ojos de la sierva miran la mano de su ama,
así nuestros ojos miran al SEÑOR, nuestro Dios,
hasta que tenga compasión de nosotros.
Ten compasión de nosotros, oh SEÑOR; ten compasión de nosotros.
Salmo 123:1-3a.
Un Dios misericordioso
Ten misericordia de mí, oh SEÑOR, porque desfallezco.
Sáname, oh SEÑOR, porque mis huesos están abatidos.
También mi alma está muy turbada;
y tú, oh SEÑOR, ¿hasta cuándo?
Vuelve, oh SEÑOR; libra mi alma. Sálvame por tu misericordia
porque en la muerte no hay memoria de ti;
¿quién te alabará en el Seol?
¡El SEÑOR ha escuchado mi ruego!
¡El SEÑOR ha aceptado mi oración!
Salmo 6:2-5 y 9.
Te puede interesar: Alimentación para el Bienestar en Edomex abre registro para recibir despensas gratis
Ahora que ya conoces los mejores salmos para reducir la ansiedad no dudes en incluirlos en cada una de tus oraciones. Ten por seguro que el señor te acompañará en cada una de las dificultades que enfrentes siempre y cuando lo recuerdes con mucho amor.