Cuando las temperaturas se elevan, refrescar la casa se convierte en una necesidad para evitar el calor agobiante. Aunque muchos optan por encender el aire acondicionado o usar ventiladores, existen trucos sencillos y efectivos que pueden ayudarte a mantener tu hogar fresco sin gastar de más.
Estos consejos no solo mejoran el confort, sino que también benefician tu bolsillo y al medio ambiente. Si buscas maneras prácticas para refrescar la casa este verano, aquí encontrarás los mejores trucos para lograrlo.
Cómo refrescar tu casa sin ventilador
Añade plantas en el interior de tu casa
Uno de los trucos más efectivos para refrescar la casa es añadir plantas en el interior, ya que estas no solo aportan vida y frescura al hogar, sino que también ayudan a mejorar la calidad del aire.

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Aquellas de hojas grandes y verdes pueden convertirse en un pequeño y natural sistema de enfriamiento si las rocías con agua regularmente, ya que la evaporación ayuda a bajar la temperatura ambiente.
Evita encender luces
Un truco clave para mantener la casa fresca es limitar el uso de aparatos eléctricos y evitar encender luces innecesarias. Incluso una bombilla pequeña genera calor, por lo que lo ideal es utilizar solo lo estrictamente necesario.
En lugar de encender focos, es preferible aprovechar la luz natural dejando las persianas a media altura y optar por iluminación LED, que consume menos energía y produce menos calor.
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Baja las persianas
Otro de los trucos más efectivos que te recomendamos para refrescar la casa es bajar las persianas después de ventilar, especialmente en habitaciones expuestas al sol. Esto evita que el calor entre y reduce la necesidad de usar aire acondicionado.
Aplicar estas recomendaciones mejora el confort y cuida el consumo de energía para refrescar la casa. Sin embargo, más allá de estos consejos, también es vital mantener el cuerpo fresco. Para ello, hidrátate bien, toma duchas frías o moja zonas como el cuello y las muñecas.
De igual forma, puedes optar por comidas ligeras y frecuentes, así como evita bebidas con alcohol, cafeína o mucho azúcar. También puedes usar compresas frías para regular tu temperatura. ¡Notarás la diferencia!