En días recientes, una declaración de Carlos Slim generó polémica en el ámbito público. El empresario, reconocido como una de las figuras más ricas de México y dueño de compañías como Telmex, Grupo Carso y Grupo Sanborns, cuestionó la continuidad de las Pensiones Bienestar y sugirió que podrían eliminarse ciertos programas de ayuda social, entre ellos los dirigidos a adultos mayores.
Las Pensiones Bienestar se han convertido en uno de los programas sociales más representativos y a los que se les destina mayor presupuesto por parte del actual gobierno. Disponibles a nivel nacional a través de pagos bimestrales, su objetivo es garantizar un ingreso básico para personas de 65 años o más. Al ser para muchos el único ingreso o uno de sus principales sustentos, cualquier posible o sugerencia de su posible cancelación podría generar inquietud.
Slim cuestiona las pensiones para los adultos mayores
Durante su participación en un foro económico, Slim expresó que los apoyos gubernamentales deben ir acompañados de estrategias de productividad y autosuficiencia, para asegurar crecimiento, y no para generar dependencia. Afirmó que el modelo ideal sería uno en el que las personas tengan oportunidades de empleo bien remunerado hasta edades avanzadas y, con ello, un nivel mínimo de bienestar, en lugar de depender de pagos directos derivadas del presupuesto gubernamental. Parte de esta propuesta plantea, incluso, alargar la vida laboral a los 75 años.
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Aunque sus palabras no exigieron una cancelación, su postura fue interpretada como una crítica a al modelo que tienen estas pensiones bienestar. Para Slim, el modelo de apoyo actual puede no ser benéfico para la productividad, pues no contribuye al desarrollo sostenible de la actividad económica del país.
¿Por qué no se pueden eliminar los apoyos gubernamentales?
La vigencia de estos programas responde a la intención de aminorar los niveles de pobreza en el país. En México, una gran parte de los adultos mayores carece de una pensión, por lo que apoyos como este representan su único ingreso fijo. Además, en el marco legal, las Pensiones Bienestar son un instrumento blindado por decreto constitucional, lo que dificulta su modificación o eliminación sin consenso legislativo.
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Desde la perspectiva social, estos apoyos cumplen también una función clave para reducir la desigualdad e impulsar una vejez digna. Dentro de los argumentos de la administración actual, son una respuesta a décadas de precariedad laboral.
Las declaraciones de Slim abren un debate importante sobre el futuro de las pensiones bienestar y la distribución del gasto social. Sin embargo, su eliminación parece imposible, desde una visión legal y política. Pues éstas también se han vuelto un instrumento de la actual administración para buscar empatizar con los habitantes del país.