Cuando una persona ha trabajado en sus emociones, se nota en cómo habla y las frases que usa. Suelen expresarse de sí mismos de una forma saludable, tienden a relacionarse bien con otras personas y se caracterizan por su inteligencia emocional.
¿Qué es la inteligencia emocional?
¿Pero qué es esto de la inteligencia emocional? Es la capacidad que tenemos para aceptar y gestionar nuestras emociones, reconociendo que no existen emociones buenas o malas, solo sentimientos que surgen en nosotros para tratar de decirnos algo.
Las personas con inteligencia emocional a menudo tienen claridad sobre lo que los motiva o desilusiona. Saben enfrentarse a sus impulsos con inteligencia, intentan pensar con claridad antes de reaccionar con enojo o actuar impulsivamente ante una situación estresante.
También son empáticos con los sentimientos de los demás y saben comunicarse con asertividad. Buscan y fomentan relaciones constructivas y son resilientes ante los fracasos o desgracias.
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Frases que dicen las personas con inteligencia emocional
Es importante reconocer que no nacemos con inteligencia emocional, ésta se construye día a día con base en el autoconocimiento y la práctica. Si quieres descubrir que tan inteligente eres emocionalmente o si lo es la gente que te rodea, presta atención a estas frases que son clave en el lenguaje de una persona que ha trabajado en sus emociones.
“Necesito un momento para mí”
Esta frase habla de una persona que está conectada con sus emociones y sabe identificar cuando debe hacer una pausa frente a un problema.
“Me equivoqué”
Cuando una persona sabe reconocer su errores es porque su mentalidad está orientada hacia el crecimiento personal. Comprende que el fracaso es parte del camino y una experiencia que le traerá más conocimiento.
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“Está bien sentirse triste”
Una persona con inteligencia emocional sabe que todas las emociones son válidas y aprende a vivir sin juzgarse a sí mismo por sus sentimientos. Son más libres porque no reprimen o se avergüenzan de lo que sienten.
“¿Estás bien?”
Esta pregunta habla de empatía. Es reconocer que cada uno tiene una forma distinta de experimentar la vida. Aceptar esto ayuda a construir relaciones basada en el respeto.
“Tengo una idea”
Cuando alguien expresa con claridad sus pensamientos, es porque no ha dejado que el miedo se interponga en su camino para ser escuchado. Poder aportar nuestras ideas con valor habla mucho de la confianza en nosotros mismos.